Un pueblo rural con historia y tradición en la provincia de Río Negro
Aguada Guzmán es un pueblo rural que comenzó a formarse entre 1900 y 1910, con la llegada de las primeras familias y comerciantes. Su nombre proviene de un vecino de apellido Guzmán, que vivía cerca de aguadas donde se reunían los animales.
180 habitantes
1900-1910
~600 msnm
Vecino Guzmán y aguadas naturales
El paraje cuenta con cerca de 180 habitantes, de los cuales 110 residen en el paraje y 48 en los campos. En total, hay 36 varones y 12 mujeres en el campo. Las primeras familias en establecerse fueron los Nock, Carro, Aranda y Gómez.
Aguada Guzmán celebra la fiesta del Maruchito en octubre, en honor a un niño llamado Pedro Farias que fue asesinado por su patrón.
Llegada de las primeras familias (Nock, Carro, Aranda y Gómez)
Desarrollo inicial del poblado alrededor de las aguadas
Establecimiento de servicios básicos y crecimiento de la población
Creación de la fiesta anual del Maruchito
Mejoras en infraestructura y conectividad
Situado en la estepa patagónica, con un relieve de mesetas y montañas bajas. El suelo es árido y duro, con plantas autóctonas como neneo, algarrobo y coirón.
El clima en Aguada Guzmán es frío y ventoso en otoño, invierno y parte de la primavera. Las precipitaciones son escasas y hay nieve en invierno.
En el poblado se pueden localizar diversas especies animales, como gato montés, guanacos, liebres, pumas, ñandúes, piches y zorros.
La principal actividad económica es la cría de animales, como ovejas, chivos y caballos. La comunidad se abastece de luz y agua mediante un generador y paneles solares en la escuela.
El transporte público pasa una vez al mes, viajando de Bariloche a General Roca. Los vecinos utilizan vehículos particulares y se movilizan a caballo.
Se pueden encontrar en casas de familia, en donde se elaboran comidas para los eventos y fiestas, como venta de empanadas, asados y pizzas caseras. Hay Almacenes de barrio con comidas para llevar.
Se puede ofrecer la escuela, el salón comunitario y algunas casas familiares.
El Maruchito era un niño llamado Pedro Farias que trabajaba como marucho, un oficio de antes, cuando la gente andaba en carretas y tropillas. Se cuenta que este niño tocó la guitarra de su patrón cuando él le había pedido que no lo hiciera. Su patrón, Onofre Parada, se enojó mucho y lo mató de una puñalada.
Los tropilleros de esa época intentaron salvarlo y lo trajeron hasta el paraje para que lo curara una partera, Doña Catalina Reuser, pero no lo pudo salvar.
La gente lo llevó al lugar donde lo habían matado, en Barda Colorada, a 15 km de Aguada Guzmán, y lo enterraron allí. A partir de ese momento, se empezó a llamar al lugar "el santito de los caminos", y todos los viajeros que pasan por allí se detienen para saludarlo antes de continuar su viaje.